EL SACRIFICIO DEL CIERVO SAGRADO

Steven y Anna son dos muy bien posicionados profesionales de la salud, él es médico cirujano y ella, ofalmóloga, que aparentan una vida idílica junto a sus dos hijos en la adolescencia, Kim y Bob. Steven entabla una amistad con un chico de 16 años, un huérfano de padre llamado Martin. Este vínculo comienza a tornarse perturbador hasta el punto de que este chico se convierte en una amenaza para el grupo familiar y Steven debe hacer un sacrificio para resolver el dilema. ¿Sacrificio?
Puntuación: 4 de 5 puntos.

Un thriller que se asemeja severamente a la intención kubrickniana de someternos a un ambiente denso, angustiante, cargado de interrogantes y sin la mayor esperanza de ofrecer respuestas. Es que aún existen esas películas que se van en contra del común de las producciones a las que te conectas para llegar a un final que resuelve todo, quedándose con demasiadas explicaciones, obligando al lector a especular.
Con "EL SACRIFICIO DEL CIERVO SAGRADO", Lanthimos, su director, nos introduce en un ambiente sórdido camuflado en las apariencias de dos profesionales acaudalados y sus hijos, sometidos a una rutina a la que estaban habituados hasta la aparición de Martin; entonces, aquí comienza el dilema de la película, un tira que afloja que no se resuelve y eso si que causa una impotencia monumental.
¿Qué es lo que hace tan impactante a esta película? Te lo voy a resumir en 10 puntos:
1) El ritmo pausado, gravemente pausado, casi que automatizado de los personajes y por lo tanto del ambiente.
2) La rutina en la que está sumida esta familia, que como espectadores, podemos darnos cuenta, y nos resulta fastidiosa, pero sorprende que ellos la vivan con una "comodidad" tan pasmosa.
3) La extensa introducción al vínculo entre el adulto Steven y el adolescente Martin, que comienza a coquetear en algún momento con la idea de una relación homosexual entre estos dos y por lo tanto la aparición de la pederastia.
4) El descomunal giro que da la trama y que nos aleja entonces de la presunción de un amorío entre los dos personajes masculinos del punto 3.
5) Las referencias sexuales que se hacen a lo largo de la película, tan pulcras como perturbadoras.
6) La misteriosa y repentina decadencia en la que caen Kim y Bob, a través de la cual nos exponen la forma en que el padre ha construido una disfuncionalidad encubierta con sus hijos.
7) Lo inusual del papel de "sociopata" asumido por Martin, su actitud es la de un niño al que se le ha obsequiado como juguetes, las vidas de los integrantes de esta familia. Su personificación tan border line entre lo inocente y descarado no es frecuente en esta clase de personajes, rompiendo con el cliché. Una actitud que lleva a que se odie a este adolescente desgraciado, esa misma que le lleva a soportar la tortura a la que es sometido por Steven.
8) El enredo en el que se va profundizando, mientras se da una carrera contrareloj para salir de este.
9) La transformación de la conducta de Anna (Nicole Kidman), que lucha contra la ambivalencia emocional y el decidir si apoya a su esposo o si se concentra en mantener a salvo a sus hijos.
10) El cierre, resulta agotador.

Lo mejor: Colin Farrel (Steven), Nicole Kidman (Anna) y Barry Keoghan (Martin), llevan a cabo personificaciones a carta cabal. El juego del thriller que nos va induciendo a olvidar que hay respuestas a la espera y nos enfoca en pujar por las decisiones que padre y madre deben tomar.

Lo malo: La intención de someter el guión a un velo pesado de misterio, lleva a que algunas situaciones puedan resultar discordantes con el rumbo que llevaba la trama... pero nada que no se resuelva pronto.