BUENAS NOCHES, MAMÁ (Reseña)

Los gemelos Lucas y Elías viven en una casa en medio del bosque, muy aislados de cualquier comunidad. Se encuentran a la espera de su madre, quien al parecer se encuentra en un proceso quirúrgico, confirmado cuando esta llega con la cabeza y rostro totalmente vendados. La conducta de la mujer pone en alerta a los chicos, quienes sospechan de que esta persona no es su madre y comienzan a presionar hasta ocasionar actos de violencia inesperados con tal de hallar la verdad. 
Puntuación: 4 de 5 puntos.

Hace mucho que no me encontraba con una buena producción en la cual se utilizara de manera tan fabulosa la relación entre infantes y adolescentes, y el thriller. Esta es una mezcla muy delicada que fácilmente puede elevar una producción como empujarla hacia el fracaso.
El misterio que trae consigo el rostro cubierto de una mujer y la paranoia que invade a dos puberes, en un escenario que proyecta desolación, son ejes de una serie de giros que se van ocurriendo de una manera que la trama nos va manteniendo en una falsa calma para estrellarnos con una verdad tras otra.
Si, el gatillo para el conflicto que da partida a la película es el miedo a lo desconocido, la desfiguración de una identidad del ser amado, la madre, esa misma que toda la escenografía mantiene en reserva, no es posible determinar algún rasgo con el cual predecir si al final, los hijos tenían o no razón al dudar. Y cuando ya comenzamos a identificarnos con esos chicos angustiados, resultan elementos que nos dejan en la ambivalencia, visualizando ligeras luces de claridad.
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ALERTA DE SPOILER
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Aparece la mención de un padre, hasta el momento invisible, que demuestra que la mujer se encuentra seriamente afectada por un divorcio y un ¿accidente? Si, algo ocurrió, las vendas no cubrían los resultados de un procedimiento por gusto estético... ¿sería la recuperación por la obra de un accidente?
A estas alturas, las personalidades de los gemelos ya han sido individualizadas por los espectadores, ya sabemos quién es Lucas y quien es Elías, a pesar de que igualaron sus cortes de cabello y vestimenta para confundir a la "farsante vendada" y no pueda seguir desatando agresión sobre Elías. Y la verdad es que parece que la mujer aborreciera a Lucas al punto de borrarlo de su visión y atenciones, y obliga a su hermano a ignorarlo también.
Elías se muestra como líder, Lucas lo sigue en todo... siempre vemos a este último por detrás de su hermano. Las pequeñas travesuras van creciendo en intensidad, ni siquiera el rostro descubierto disipa las dudas y pasan el límite, recurren a la sumisión y tortura. Adoptan la acción de anular sus humanidades usando máscaras caseras en las que representan animales con rasgos deformados, de esta forma se distancian de la posibilidad de ser influenciados por quien insiste ser su figura materna.
 Odian a la mujer, consideran que ha secuestrado, dañado y suplantado a la madre, rechazan sus súplicas... Los diálogos se tornan cada vez más ásperos y reveladores y surge el segundo clímax (primero fue el sometimiento de la mujer), más breve, pero contundente...
No cometeré el sacrilegio de contar el final de una película de esta envergadura, pero desde el momento en que la mujer deja de dar rodeos, la película que habíamos visto deja de ser la misma y todo cambia.

Lo mejor: La trama. Bárbara, fatalista, juega de manera sádica con la mente del espectador. Engaña con que la pregunta es ¿quién es esa mujer? Introduce el arco argumental en lo más extremo de las disfuncionalidades familiares.

Lo malo: El ritmo monótono resulta necesario para doblegar más la paciencia del espectador en espera de las revelaciones, pero en ocasiones, resulta fastidioso.

"BUENAS NOCHES, MAMÁ"... Es una propuesta de suspenso y terror psicológico muy inteligente, sigue la premisa que hizo destacada a "EL SEXTO SENTIDO" "LOS OTROS" y "SAW", jugar con el "nada es lo que parece".