TOKYO GHOUL (Reseña)

Los ghoul son criaturas con forma humana que pueden mutar a un aspecto más desagradable. Ellos se alimentan de carne humana, pero son capaces de llevar una vida "normal" gracias a un estricto código y una organización social interna que les permite pasar desapercibidos entre las personas.
Ken Kaneki es un chico que tiene una cita con Rize Kamishiro, quien resulta ser una ghoul que lo ataca; en su intento de huir Kaneki se salva gracias a unas vigas que caen sobre Rize, matándola, pero el chico queda muy mal herido. En el hospital, ante la gravedad de su estado, el cirujano toma la decisión de transplantar algunos organos de la chica agresora al cuerpo de Ken, por lo que lo infecta convirtiéndolo en mitad ghoul. Ahora, mientras intenta adaptarse a su nueva forma de vida siendo ayudado por la "familia del café Anteiku", será perseguido por una agencia especial secreta que asesina a estos seres y por otros clanes ghoul ya que él parece ser el cumplimiento de una profecía: el ghoul de un solo ojo.

Este es uno de lo mejor anime que he visto en los últimos cinco años, cuando ha sido evidente el decaimiento de la calidad de las producciones en este género (lo mismo está pasando con las películas de terror asiático). Una trama muy original proveniente del aclamado manga homónimo, que es respetada en su totalidad. Los personajes y sus transfondos son muy bien estructurados (me impresiona la personificación mítica del ghoul) y la ambientación resulta tan deprimente como angustiante (sobre todo en las escenas nocturnas). Obviamente cuenta con contenido no apto para menores de edad, sobre todo la cuota de gore que cumple, pero no resulta finalmente ser un espectáculo de horror asqueroso. Es un anime muy estético y coherente respecto a las subtramas o historias particulares de los personajes. Acción, terror y drama muy bien equilibrados, al menos en esta primera temporada.