NUNCA APAGUES LA LUZ (Reseña)

En otro post había expresado que esta era una de las películas de terror que más estaba esperando en el 2016, y que tenía una gran expectativa por el hecho de que pintaba como una tabla salvadora para el género del terror en decadencia, cargado de clichés, remakes y precuelas improvisadas que desazonan más a cualquier personaje que en algún momento nos haya llevado a pegar brincos de susto... lamentablemente mi espera se llevó una decepción, y no es tan terrible porque la película cumple su cometido de asustar, pero realmente no se va a convertir en un homenaje al mítico terror que le tenemos a la oscuridad y lo que ella contiene. ¿Y por qué?
Comienzo por lo BUENO de la película: Hace un buen manejo de la oscuridad, lo que permite que los espectadores nos involucremos en ese mundo deteriorado y ansioso de la oscuridad, logrando, al menos por algunos minutos, sostener la premisa del exitoso corto homónimo que David Sandberg quiso convertir en casi dos horas de terror. Si lo que se va a buscar al cine es tener segundos de clímax para luego pegar un brinco o aferrarse con uñas penetrantes al brazo del vecino de butaca, entonces está en la película correcta, pues aunque el screamer jumper es una de las técnicas cliché para asustar, están bien posesionados a lo largo de la producción.
Ahora lo MALO: La película es realmente un corto de cinco minutos con toda una serie de situaciones de relleno con la que se trata de dar buen uso de la reacción natural de las personas a los cuentos de miedo que se relacionan con la oscuridad. No tiene ninguna novedad, a pesar de que la idea original es realmente fabulosa. Las actuaciones son aceptables, a excepción del niño que parece un chiste en su intento forzado de mostrarse traumado por el acoso sobrenatural del que está siendo objeto ... ¡Ay, como extraño al pequeñín aterrorizado por las visiones de fantasmas en "EL SEXTO SENTIDO"! El intento de resolver el asunto que está ocasionando el terror por ese ente oscuro se queda en el limbo de una explicación superficial y tonta, que no sé, no sé... comenzó hacerse muy parecida a la esencia del origen de Samara (la niña del "ARO" en la versión norteamericana). En fin, lo que siempre se espera como explicación de un origen en las películas de terror, se convirtió en una fugaz exploración de un pasado que de buenas a primeras, la protagonista (Rebecca) encuentra entre evidencias dentro de una caja (tan conveniente), haciendo de ese eje algo vacío y sin sentido.

"NUNCA APAGUES LA LUZ" no llega a convertirse en esas películas necesarias para alimentar el género. Es una producción de crispeta y gaseosa, en la que te sostienes esos minutos mientras los personajes en la pantalla corren de un lado para otro mientras se apagan las luces y ellos las encienden, en la repetida secuencia de esa cosa acercándose en cada click, click, click. Sandberg logró su cometido de explotar hasta la saciedad su idea, y aunque no vi un punto de partida para una segunda parte, no me extrañaría que exista algún productor con la genial idea de financiar una precuela donde se obligue a dar coherencia al pasado del ente y la madre de los chicos que huyen en medio de penumbras y destellos.

No es una obra fabulosa, pero es una aceptable inversión de tiempo recreativo.

La recomiendo sin duda alguna