PERKINS 14 (Reseña)

En el poblado de Stone Cove han desaparecido 14 niños, sin que exista explicación ni hayan capturado al responsable. Diez años después, el policía Hopper quien es padre de una de las vícitmas, sospecha que el criminal es Ronald Perkins el cual acaba de ser arrestado por tratar de evitar un control policíaco. 

Calificación: 4 de 5 puntos

El subgenero "slasher" ha sido uno de los que históricamente en el género del terror, más han sido explotados... ¡O sobre-explotado! Desde Michael Meyer (HALLOWEEN, 1978), los recursivos asesinos de adolescentes comenzaron a hacer de las suyas tras la pantalla plateada, dejando íconos de la cultura pop como el maestro del terror onírico Freddy Krueger (PESADILLA SIN FIN, 1984) y el eternamente brutal Jason Voorhees (VIERNES 13, 1980); y cuál de los dos sea más popular. La fórmula es tan sencilla como pegajosa: un sujeto perturbado por alguna clase de pasado-infancia difícil + un grupo de adolescentes calenturientos + un escenario en el cual, las víctimas no tengan una forma inmediata de pedir ayuda; se matiza la "sustancia" (de acuerdo a la receta ochentera) con algo de sexo, drogas-alcohol y rock & roll, y el resultado es toda una cacería que desemboca en la masacre donde el vencedor generalmente es el villano que da paso a una secuela, a menos que entre a jugar el rol de "la chica final", esa jovencita virginal e ingeniosa sobre la que recae la responsabilidad de dar de baja al asesino.
La verdad es que mi fanatismo por los slasher tuvo su época, teniendo como preferencia en este orden a Jason, Fredy y Michael, y de algún modo se coló Leatherface, aunque no me generó mayor impresión a pesar de que su base es una serie de crimenes reales. Sin embargo, con el paso del tiempo mi interés decreció en la misma medida como el subgénero se convirtió en una terrible fotocopia de un libreto cuya aplicación correcta le permitía un tíbio éxito a la producción, entonces el "mundo" se llenó de una generación de slasher enmascarados o mutantes.
Cuando escucho que va a salir una nueva película slasher ya hago suposiciones sobre su trama y generalmente acierto, pero algo pasó con "PERKYNS 14", algo cambió, y el slasher tuvo un respiro... No es lo mismo de siempre, y temo caer en el spoiler (como he leído en muchas reseñas por ahí) si sigo profundizando, así que me remito a dar fe de lo que la hace diferente.
El arranque es impactante, intenso y deja en gran enganche al espectador, que va llevando a una mezcla fabulosa de drama y horror, con el respectivo aporte gore; si señor, las escenas gore están muy bien montadas. La relación entre protagonista y antagonista se refleja de manera magistral, empujando a estar atentos a ese juego psicológico entre ellos. Hopper se encuentra en la pantalla como un eje convicente de una "bomba" a punto de estallar y los flashback con los que se muestra su motivación como principal de la película deja buen sabor de boca.
Ahora, si la película es tan buena y representa un encuentro con una renovación del slasher, ¿por qué un 4 y no un 5? Porque tiene elementos que debilitaron su condición de ser un clásico dorado del género y subgénero, porque definitivamente es una de las mejores películas del año 2009 y quizá de la década si tenemos en cuenta que es una película de bajo presupuesto sin caer en el contexto del B... ¿Qué le pasa? La montaña rusa emocional que prometía en un principio se debilita cuando Perkins activa su plan, y esto no le resta a la calidad con la que arrancamos, pero genera la sensación de no encontrar lo que se buscaba al momento de meter la mano en el bolsillo, queda un vacío, especialmente cuando se trata de visualizar la trascendencia del motivo que lleva al climax de la trama... Y para mejor pista de lo que expreso, esté atento a los mensajes que la radio emite, informa algo que como espectador en plena emoción de los hechos, se desea observar, y algo falta... mmm ¡si! Falta.
Con su "shot" negativo, "PERKINS 14" es una película que recomiendo, y aunque espero que no se de una secuela, si me la voy a repetir unas cuantas veces más.

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