INTRUSOS, 2016 (RESEÑA)

Ana está atravesando la reciente muerte de su esposo. Viviendo en una antigua casa, ella se ha aislado del mundo desde que falleció su padre muchos años atrás. Ahora sola, con un nuevo duelo y padeciendo una agorafobia paralizante (miedo excesivo e irracional a los espacios abiertos o exteriores) deberá decidir que hacer con su vida, pero antes debe defenderla cuando en el mismo día en que se realiza el funeral de su esposo (al que no asistió), un grupo de hombres irrumpe en su casa con la intención de robar y encontrarse sorpresivamente con la única habitante de la casa la pone en peligro. Un terrible secreto en el pasado de Ana y en la complicidad de esa casa pronto cambiarán las reglas de esa invasión y nada será ya como parecía.

Calificación: 4,0 de 5 puntos

Hace mucho que esperaba una buena producción que se enmarcara en el subgénero del terror psicológico. Con la decadencia del cine de terror, este tipo de películas se han visto damnificadas por la aparición de una extensa fila de historias clase B que pretenden hacer aportes a un género que definitivamente no conocen. Entre extraterrestres bestiales asesinos, slasher clichés, familias psicópatas, espíritus que ya ni asustan y cazadores deformes, aparece una luz de esperanza de la renovación o rescate del género.
INTRUSOS es una película que a través del estilo "home invasion" trae la responsabilidad de generar malestar en los espectadores... ¿por qué? Porque esa es la misión del terror psicológico, que sin necesidad de recurrir al cliché gore o a los psicópatas enmascarados comunes, logra impactar en la expectativa de quien se encuentra del otro lado de la pantalla gigante.
Esta producción se aprovecha realmente de la psiquis humana y sus vulnerabilidades, ¿de qué forma? A eso voy:
El arranque de la película es muy correcto, va perfilando el destino de la protagonista desde la muerte de su esposo y un vínculo aparentemente inocente con el chico que le lleva los alimentos a domicilio, lo que va dejando expuesta la soledad a la que voluntariamente se ha exiliado. La actuación de Beth Riesgraf es muy destacable, su actitud evidencia que algo no está bien, tanto en su cabeza, en su vida como en su experiencia en esa casa; los pocos momentos donde representa la agorafobia de manera específica, son muy creíbles. La aparición de los invasores y el choque con Ana cuando se percatan que la casa no se encuentra desocupada nos adentra a un buen climax en el que la chica, en medio de su duelo y su incapacidad para salir huyendo del lugar aunque tenga la oportunidad, no le queda otra que jugar al "gato y ratón" gracias al conocimiento que tiene de cada palmo de la casa. Y luego aparece el lunar negro de la película, el poco exprimir de lo que pudo ser el después de que los papeles cambian y los vulnerables son otros, aunque eso tuvo su compensación con los secretos que se fueron revelando sobre esa casa. Esa misma falta de efectividad para jugar con la trama que había enganchado muy bien en el suspenso, se fue escurriendo hasta un final en el que se vieron los motivos de Ana para responder a las agresiones como hasta el momento lo había hecho y el origen de su agorafobia.
Considero que el detalle tras la fobia de la chica, en el que nos muestra que hay algo más, le ha dado el aplauso de constituirse en una verdadera propuesta de suspenso y terror psicológico.
Tiene su altibajo, pero eso no le resta lo mucho que me gustó y que me atrevo a recomendar ampliamente.



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